Leyenda: El asno del apóstol.
Publicado por Unknown , martes, 15 de julio de 2014 3:29
Llegó a Pamplona un peregrino francés con su familia. Hicieron alto en esta ciudad para descansar y recobrar fuerzas y se alojaron en un hostal. La mujer del peregrino enfermó y tuvieron que quedarse en el lugar más tiempo de lo calculado, hasta que finalmente murió. El hostelero entonces, viendo que su huésped ya podía partir, le reclama una buena cantidad de dinero alegando que la estancia había sido larga. El peregrino no tiene suficiente para pagar pero le deja en prenda su asno, así es que se pone en camino a pie con sus dos hijos de corta edad, no sin antes pararse a rezar a Santiago y pedirle ayuda.
A la salida de Pamplona se topa con un anciano venerable que le aborda y le presta un pollino para que le ayude en su andadura. Cuando por fin llegan a Santiago, el peregrino tiene una visión del Apóstol a quien reconoce como el anciano venerable de Pamplona. De regreso, para de nuevo en esta ciudad y se entera de que el mesonero había muerto en un accidente. La gente del hostal comenta que había sido un castigo divino por su falta de caridad para con los peregrinos.