Leyendas: El Capitel de Estella
Publicado por Unknown , lunes, 11 de noviembre de 2013 10:04
Capitel del Palacio de los Reyes. EstellaSi por una afortunada casualidad, pasan por delante del Palacio de los Reyes de Estella, ejemplar único de palacio románico, podrán observar esculpida en uno de los capiteles que adornan su fachada, la Leyenda de Roldán y Ferragut, que a continuación les voy a contar:
En aquel tiempo en que Carlomagno, rey de los francos, vivía el esplendor de su imperio rodeado por la aureola heroica de sus doce pares, ocurrió que un gigante musulmán de origen sirio, descendiente de la estirpe de Goliat, osó desafiar a cada uno de los doce soldados.
Primero venció al gran Ogier, a Reginaldo de Montalbán después, y así, uno a uno, hasta que sólo quedó el valeroso Roldán. Y aunque el emperador no había querido arriesgarlo en tal empresa, éste acudió al desafío, que tradicionalmente se celebraba en la ciudad de Nájera.
Según contaban las malas lenguas, parecía que Roldán pudiera ser sobrino, o tal vez hijo de los amores incestuosos de Carlomagno y su hermana?
Los combates de Roldán y Ferragut fueron terribles, pero tan equilibrados que, finalmente, hubo de decretarse una tregua al no producirse ningún claro vencedor. Durante la tregua, el paladín cristiano y el campeón islamita intimaron, y Ferragut, ingenuo y confiado, confesó a su nuevo amigo el secreto de su poder: sólo un punto de su cuerpo era vulnerable, el ombligo.
Al día siguiente durante la comida, Roldán provocó una discusión sobre la verdad y el error de sus dos religiones, entonces enemigas declaradas, que subió de tono hasta tal punto que ambos decidieron resolverlo con una ordalía, es decir, un juicio de Dios en el palenque.
Como no podía ser de otra manera, en el primer encuentro del combate Roldán hundió la punta de su lanza en el punto débil que el propio gigante le había revelado, el ombligo. Y fue así como el fiero y cándido Ferragut cayó herido de muerte.
Desde entonces hasta ahora, muchos varones de Nájera han sido bautizados con el metálico nombre.
En aquel tiempo en que Carlomagno, rey de los francos, vivía el esplendor de su imperio rodeado por la aureola heroica de sus doce pares, ocurrió que un gigante musulmán de origen sirio, descendiente de la estirpe de Goliat, osó desafiar a cada uno de los doce soldados.
Primero venció al gran Ogier, a Reginaldo de Montalbán después, y así, uno a uno, hasta que sólo quedó el valeroso Roldán. Y aunque el emperador no había querido arriesgarlo en tal empresa, éste acudió al desafío, que tradicionalmente se celebraba en la ciudad de Nájera.
Según contaban las malas lenguas, parecía que Roldán pudiera ser sobrino, o tal vez hijo de los amores incestuosos de Carlomagno y su hermana?
Los combates de Roldán y Ferragut fueron terribles, pero tan equilibrados que, finalmente, hubo de decretarse una tregua al no producirse ningún claro vencedor. Durante la tregua, el paladín cristiano y el campeón islamita intimaron, y Ferragut, ingenuo y confiado, confesó a su nuevo amigo el secreto de su poder: sólo un punto de su cuerpo era vulnerable, el ombligo.
Al día siguiente durante la comida, Roldán provocó una discusión sobre la verdad y el error de sus dos religiones, entonces enemigas declaradas, que subió de tono hasta tal punto que ambos decidieron resolverlo con una ordalía, es decir, un juicio de Dios en el palenque.
Como no podía ser de otra manera, en el primer encuentro del combate Roldán hundió la punta de su lanza en el punto débil que el propio gigante le había revelado, el ombligo. Y fue así como el fiero y cándido Ferragut cayó herido de muerte.
Desde entonces hasta ahora, muchos varones de Nájera han sido bautizados con el metálico nombre.
(Publicado por Ksoyo)