El Arte en el Camino.

Publicado por Unknown , jueves, 17 de julio de 2014 9:24




La vía abierta por los peregrinos entre Europa y la basílica compostelana no fue sólo un camino peatonal. Mezclados con una muchedumbre de campesinos, pícaros, burgueses y nobles, llegaron también artesanos, canteros, pintores, escultores y órdenes monásticas.
La Ruta Jacobea fue el  eje vertebrador de la reconquista  y se convirtió pronto en el conducto por el que se colaron en la península las vanguardias estéticas y culturales imperantes en el mundo occidental.
Fue la gran contribución del Apóstol al desarrollo artístico y humanista de España. Primero llego el Románico. El arte más intelectual de la historia con sus líneas puras y sencillas, mas tarde estas órdenes monásticas francesas incorporaron el gusto por lo altivo y lo liviano del gótico. El barroco se encargaría mas tarde de recargarlo todo. Juntos y amalgamados, hacen del Camino de Santiago un libro de historia del Arte a cielo abierto.

Románico
 Se le ha definido como el “estilo de la peregrinación”, por ser la corriente  arquitectónica  preponderante en los siglos de máximo esplendor de la Ruta  Jacobea, el XI y el XII. Se  caracteriza por la pureza de líneas y la sencillez, donde  radica toda su fuerza espiritual. Los  canteros de aquellos remotos siglos,  desconocedores de técnicas depuradas de arquitectura,  recurrían a muros muy  gruesos de piedra de sillería, reforzados con contrafuertes que  sostenían el peso  de las bóvedas. La escasez de ventanas sumía el templo románico en una  penumbra que invitaba al recogimiento y obligaba a los pintores a utilizar vivos  colores para decorar los muros. Los capiteles que rematan las columnas son otro elemento característico del románico. Están decorados con historias y pasajes bíblicos. Ejemplos de esta corriente artística son la catedral de Jaca (Huesca), considerado el primer gran templo románico de España; la iglesia de San Martín, en Frómista (Palencia), y la basílica de San Isidoro, en León, conocida como la capilla sixtina del románico, por los espléndidos frescos que decoran sus paredes. En la catedral de Santiago se conserva también el Pórtico de la Gloria, la antigua puerta de acceso al templo, tallada en piedra por el maestro Mateo en el siglo XI.

Gótico
 A finales del siglo XII, la concepción del arte cambia en Europa. Los pesados muros románicos,  los espacios pequeños y oscuros que caracterizaron las construcciones anteriores cambian por  formas más esbeltas y armónicas. Los arquitectos aprenden a hacer bóvedas y torres más  estilizadas, y las catedrales ganan en altura. Es el periodo gótico.Otra de sus características es el  uso de grandes vidrieras o rosetones de colores en la paredes, gracias a las cuales la luz llega al  interior. El gótico entra a España de la mano de la orden francesa del Císter.  La catedral de León es el más puro ejemplo de gótico español, por su carácter sencillo y sus delicadas y elevadas proporciones. La catedral de Burgos también se encuadra en este estilo. Otro buen ejemplo es la iglesia de la colegiata de Roncesvalles, que cuenta con el honor de ser la primera construida bajo estos parámetros en España.

Barroco
 Con el siglo XVIII, el gusto por lo recargado llega a su máxima expresión. Es el polo opuesto al  románico. Aunque influye poderosamente en la arquitectura, y como ejemplos jacobeos nos queda el  campanario de Santo Domingo de la Calzada o la magnífica portada de la catedral de Santiago de  Compostela, el barroco es, sobre todo, un arte volcado hacia lo escultórico. La moda barroca obliga a  vestir el interior de los sobrios templos románicos y góticos con complejas creaciones de pan de oro,  policromías, tallas de santos, juegos florales y columnas salomónicas. Muchos de los retablos de los  altares que el peregrino verá en los altares mayores de las iglesias del Camino son de esta época.
En el camino de Santiago se encuentran numerosos monumentos románicos, Góticos, Barrocos y  Renacentistas de mucha importancia.

Los mas destacados:
 Monasterio de San Juan de la Peña (Huesca)
Es uno de los monasterios más antiguos que se encuentran a lo largo del Camino. Se sitúa cerca de  Jaca en Aragón.


Monasterio de Leire (Navarra)
El monasterio de San Salvador de Leire es uno de los más bellos e importantes de España. Está en Navarra, tuvo una gran relevancia tanto en lo cultural como en lo histórico. No existen referencias sobre la fecha de su fundación, aunque aparece citado en documentos del año 851.


 Iglesia de San Pedro de la Rúa de Estella (Navarra)
 La iglesia de San Pedro de la Rúa, la más grande y antigua de Estella, fue construida en el último cuarto  del siglo XII y principios del XIII, combinándose en ella el estilo románico y cisterciense.

 Catedral de Burgos
La Catedral de Burgos es uno de los monumentos más importantes de España, y uno de los más bellos del mundo. Declarada “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO el 31 de octubre de 1984.

 Monasterio de las Huelgas (Burgos)
El Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas es uno de los monumentos más importantes y  conocidos de España. El Monasterio se levantó en el siglo XII bajo el auspicio del rey Alfonso VIII y su  esposa Leonor.


Iglesia de San Martín de Frómista (Palencia)
La iglesia de San Martín de Frómista está considerada como la obra más pura del románico. Fechada en el siglo XI, es un edificio pequeño, con planta distribuida en tres naves.

 Catedral de Astorga (León)
La Catedral de Astorga es una de las más antiguas de España, consta que existía una de estilo románico  hacia 1069 que sufrió numerosas reformas hasta ser finalizada a mediados del siglo XIII. El actual templo  comenzó a levantarse en 1471 y las obras duraron hasta el siglo XVIII. Es un edificio básicamente gótico,  aunque, también hay presencia del renacimiento y el barroco

Santiago de  Compostela y sus monumentos.

La fachada del Obradoiro de la Catedral preside y domina la plaza a la que da su mismo nombre, es el lugar donde los artesanos de la piedra trabajaron para su construcción. Realizada entre 1738 y 1750 por Fernando de Casa y Novóa, es la máxima expresión del barroco en España.
La más valiosa creación del románico, el Pórtico de la Gloria realizado por el Maestro Mateo a finales del siglo XII.
Espiritualmente el corazón de la Catedral es el Sepulcro del Apóstol Santiago, que guarda en la cripta situada bajo el Altar Mayor, los restos de Santiago. En la parte superior, un pasillo atraviesa transversalmente la girola y permite abrazar al Santo Apóstol.
Al pié de la escalinata del Obradoiro está la Catedral Vieja, el tesoro y la Reliquias, el Claustro, las salas de Arqueología, ricas colecciones de tapices, la sala Capitular, la Biblioteca y el Archivo.
La más moderna de las construcciones del Obradoiro (finales del siglo XVIII) es el Pazo de Raxoi
El lateral norte de la Praza do Obradoiro lo ocupa el Hostal de los Reyes Católicos.
Cierra por último el Obradoiro, el Pazo de Gelmírez, (Palacio de Guelmírez) construido entre los siglos XII y XIII y considerado como la obra más notable del románico civil en España.
Sin salir de la plaza, desde la terraza exterior del Hostal, se puede contemplar, a la vez que la típica Rúa das Hortas, la Iglesia de San Fructuoso.
El Colegio Fonseca destaca su portada renacentista y su claustro, escenario de exposiciones.
La Casa del Cabildo, de estilo barroco, que con poco más de tres metros de fondo tiene una función meramente escenográfica, cerrar uno de los lados de la bella plaza.
La majestuosa Torre del Reloj o Berenguela levanta sus más de setenta metros de altura mirando simultáneamente hacia Platerías y hacia la Plaza de la Quintana.
La Plaza de la Quintana es más impresionante aún por el conjunto de la construcción en piedra de granito. Punto de cita ineludible, es un espectáculo de luces y sombras, de día y de noche.
Casa de los Canónigos o Casa da Conga que destaca por sus monumentales chimeneas y acoge en sus soportales agradables cafeterías
Monasterio de San Paio de Antealtares (San Pelayo de Antealteares) cierra la Plaza de la Quintana por su lado este.
Monasterio de San Martiño Pinario que enfrente, refleja el poder que alcanzó en tiempos la orden benedictina llegando a competir con la Catedral y con la propia Inquisición.